Desde 1986

  Grupo de Teatro del CP San José en el patio de la Alameda en 1986

         Se plantean algunas dudas respecto al curso en el que empezó el Colegio San José. A finales del 85-86 se produce el desglose del antiguo Glmo. Franco en dos centros: el propio colegio que sigue llevando ese nombre y el nuevo colegio, todavía sin bautizar, de 10 unidades en total (2 de Preescolar, 5 de 1ª etapa de EGB y 3 de 2ª etapa). Se hizo también el reparto de alumnado según la proximidad  a cada centro (desde luego en el futuro, porque el nuevo no estaba acabado todavía),como recuerda un antiguo alumno, Fco. Javier Racero en su entrada en este blog.

            Al comenzar el curso 1986-87, el edificio seguía en proceso de obras. La primera piedra se había puesto en 1985. Así que, a la espera de una pronta finalización de las mismas, hubo que alojar el nuevo colegio en varias dependencias de la Alameda, conviviendo en este edificio con el colegio Glmo. Franco.

           Tanto se alargó la obra, que dio tiempo a ponerle nombre al nuevo colegio, CP San José, hacer reiteradas peticiones a la administración para que se agilizara la construcción, además de demandar dependencias que no se estaban construyendo, como las dos aulas de Preescolar, e incluso organizar alguna concentración en la Plaza del Ayuntamiento en la que participó hasta el alumando de mayor edad. Todo para que terminara el curso 86-87 sin que hubiera sido posible el traslado. La primera promoción que se agraduó en 8º de EGB aquel curso y una parte de la plantilla del profesorado no llegaron a pisar el nuevo edificio.

           Antes del verano de 1987 se recepcionó la obra por el Ayuntameinto saliente (aquel año hubo elecciones en mayo como siempre) y durante el verano se hizo el traslado y se organizó toda la instalación. Por fin, al comenzar el curso 87-88, el CP San José estaba donde debía (de ahí que en la cerámica de la fachada donde está el nombre, aparezca el año 1987). Eso sí, la situación del entorno dejaba tanto que desear, que el Consejo Escolar debió suspender las clases en más de una ocasión por inundación, antes de que el nuevo Ayuntamiento se viera obligado a acometer obras de mejora. Pero esto ya es otra historia.

Juan Manuel Pérez